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23 de mayo de 2011

Dominique Strauss-Kahn : marca Personal, marca FMI, marca Partido socialista Francés...

El título podría continuar nombrando a aquellas instituciones a las que la marca personal Dominique Strauss-Kahn (FMI) haya afectado tras su arresto, por intento de violación, el pasado 14 de mayo en New York.
En el post del pasado 01/02/10 hablé de "cuando una marca pierde sus valores" refiriéndome a la tormentosa vida sexual de Tiger Woods, más por haberse hecho pública que por ajetreada.
A pesar de tratarse de un personaje tan famoso como el golfista, el caso de Woods se queda minimizado en cuanto a la influencia de su acusación en terceros.

Me atrevería a asegurar que para el gran público, Tiger Woods es mucho más conocido que Dominique Strauss-Kahn sin embargo la responsabilidad que conlleva la actividad profesional de casa uno de ellos es muy diferente.




La marca Tiger Woods, se vio arrastrada no sólo por dejar al descubierto su problema de adicción sexual, sino por ser considerado como el yerno de américa, el padre y marido ideal. En sus entrevistas no se cansaba de decir lo importante que para él eran los valores familiares y el respeto a la familia. Es decir, comunicar una idea y comportarse conforme a otra diferente. Eso es lo que peor le puede pasar a una marca. No hubiese sido lo mismo si el golfista fuese considerado un mujeriego. En su caso el principal afectado, lógicamente es él y su familia.

El caso de Dominique Strauss-Kahn es diferente, se le tenía por mujeriego. En 2007 el corresponsal de Libération en Bruselas, Jean Quatremer (La Vanguardia, El País, 23 mayo 2001) publicó en su blog "...El único problema de Strauss-Kahn es su relación con las mujeres. Es demasiado pesado y roza con frecuencia el acoso. Algo conocido por los medios, pero de lo que nadie habla (estamos en Francia). Pero el FMI es una institución internacional de costumbres anglosajonas. Un gesto mal interpretado, una alusión demasiado precisa y se desencadenará una tormenta mediática...” No le faltaba razón.

Un año después en 2008 el Wall Street Journal dice que el FMI había iniciado investigaciones, con el objeto de comprobar si había ejercido abuso de poder en la persona de Piroska Nagy, con la que mantenía relaciones. El asunto se archivó con disculpas públicas y el poyo de su mujer públicamente por primera vez. El Wall Street Journal se refirió a él "como la bragueta más rápida del partido socialista francés."

Antes de partir para Washington, viaje que acabó con su arresto, Nicolás Sarkozy le advirtió “Ten cuidado. No te montes ni en el ascensor con una becaria. Allí no bromean con esas cosas. Tú ya me entiendes. Francia no puede permitirse un escándalo”. Con esta premonitoria advertencia quedaba reflejado el impacto que puede tener una marca personal en otras, a las que tus valores personales aportan conceptos propios, como a una marca país, marca política (partido socialista francés) y marca institución (FMI) etc.

Los expertos en brandig, nos hablan de la necesidad de que todos los componentes de la empresa naveguen en el mismo sentido, con el presidente y la gerencia al frente de la estrategia competitiva. La imagen que queremos transmitir ha de coincidir con la que nuestros públicos reciben de nosotros. Cuando esto no es así más tarde o más temprano tendremos un problema.

Es posible que el suceso aquí planteado sirva para la reflexión en grandes compañías, partidos políticos, instituciones, asociaciones, etc. La imagen y su desarrollo en el tiempo, el branding no sólo debe reflejar valores o capacidades profesionales como sin duda el protagonista del post de hoy atesora, al menos para alcanzar el cargo de director del FMI, se le presuponen, sino además debe reflejar valores personales, acordes con los de la institución o el partido o la empresa que representa.

La marca personal de Dominique Strauss-Kahn ha ido evolucionando de un hombre de los llamados conquistadores, a otro de los llamados acosadores, a por último a ser acusado por intento de violación. El daño ya está hecho tanto si al final resulta inocente, como él asegura que demostrará y que por ello renunció a su cargo en el FMI, como si es declarado culpable.

Una de las máximas que deberíamos tener en cuenta para nuestra marca personal y con más énfasis para aquellos famosos o al frente de un cargo de repercusión elevada es una a la que me he referido en varias ocasiones "La mujer del César no sólo debe ser honrada sino que además debe parecerlo" Si uno es honrado y no lo parece, de poco le vale de cara a su imagen.




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