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3 de marzo de 2014

Grup Lobher Editorial: Falsas promesas, Mentiras y el Branding


Cuando me decidí por una de las diez propuestas de edición que tuvo mi primera novela "Marea libro1 Cuando el corazón late" jamás pensé que llegaría a escribir esta entrada. Cierto que ninguna de las diez  se parecía en nada a lo esperado. 
-Unas simplemente te mandan un contrato, en el que aseguran que  ponen una parte del valor de la impresión de la novela y te enviaban los libros dónde dijeras. 
-Otras aseguraban que no cobran a sus autores, lanzan 100 ejemplares, y si no se venden en la presentación, el autor ha de pagar los restantes a la editorial. 
-Otras te venden la idea de que autoeditarse es la mejor opción para un escritor novel. 

Estaba convencido de que no existía otra forma para que un recién llegado, como yo, pudiera lanzar su novela al mercado. Pero estaba equivocado existía y dañina.

La última propuesta que recibí se desmarcó de su competencia, argumentando que ellos sí que son una editorial tradicional, aunque te pidan dinero para la edición, en sus propias palabras, "una ayuda". Esta era la propuesta de Grup Lobher Editorial, con su editor Roberto Hernaiz Lasanta a la cabeza. Personaje con buenas palabras, que tuvo la inteligente idea de mantener distintos correos conmigo, dando esa imagen de cercanía que no había encontrado antes. Más tarde, uno se da cuenta que era más de lo mismo o peor. 

Vayamos por partes.

Hasta que se firmó el contrato, el 1 de junio de 2012, todo parecía marchar normalmente. Luego todo cambió y te queda esa sensación que deben experimentar los propietarios de sus casas, en las que se les cuela un ocupa y no puede echarles y además han de seguir pagando el alquiler o la hipoteca, porque sino la "justicia" va a por ellos.

Digo parecía marchar normalmente porque el cordero inicial dejaba atisbar los primeros síntomas del lobo que lleva dentro. En uno de los primeros correos Roberto Hernaiz Lasanta aseguraba: "No tenemos prisa, nos gusta trabajar sin demasiada presión porque nos gusta hacer las cosas bien, preferimos no hacerlas sino es de esta manera, ya sé que puede sonar atípico pero para nosotros esto no es un ‘negocio’ y lo que más nos interesa es la relación con el autor," 

Bonitas palabras que nada reflejan lo que comenzó a suceder pocas semanas después. La verdad es que Hernaiz Lasanta ve su "profesión" como un negocio, cierto que realmente lo es, pero se trata de un negocio sólo para él. Pidió lo que él llama "una ayuda" para lanzar los 500 ejemplares que habíamos acordado.

 Luego hablaré de esa ayuda y de los libros que realmente imprimió el editor que asegura que lo que más nos interesa es la relación con el autor. Hice el primer pago a la firma del contrato. El segundo y último quedó pendiente para la entrega de los primeros ejemplares. No fue así, antes de cumplir con su parte llamó con la voz entrecortada pidiendo que se lo adelantara que la imprenta se lo pedía. Accedí porque quedaban 15 días para la presentación y no había ni siquiera maqueta de la novela. Al enviarle este segundo pago me dijo (todos los comentarios del editor los tengo por escrito) : "Me haces un gran favor que sabré corresponder, no lo dudes." A fecha de hoy, 3 de marzo de 2014, no ha hecho efectiva ninguna liquidación ¿será ya el momento de comenzar a dudar de sus conocimientos acerca del significado de "saber corresponder"?

Continuemos:
Siguiendo con el correo, añadió:
"De cara a adelantar trabajo…. También precisaremos nos envíes la novela en formato Word, la tenemos en pdf, .." ..."Ahora todo el trabajo lo tenemos que realizar nosotros, es decir iniciaremos el proceso de conversión del formato Word al formato de maquetación, que nos llevará seguro un par de meses..."

 Lo que espero de una persona que asegura todo esto es que cumpla con ello, entiendo que si lo deja por escrito, su palabra, en caso de incumplir, su branding, su imagen, quedará en entredicho. Con lo que no contaba es que hay gente que no le da ningún valor ni a lo que sale por su boca, ni lo que es peor, a lo que firma. Este es el caso de Roberto Hernaiz.

En relación a lo que este "profesional" llama adelantar el trabajo, que afirma le llevará seguro un par de meses. La realidad fue la siguiente: Como dije antes, el contrato lo firmamos el 1 de junio de 2012, la presentación estaba prevista para el 27 de septiembre de 2012 en la Casa del Libro de la Gran Vía 27, en Madrid. Mas o menos unos cuatro meses entre una y otra fecha. Quedó, según lo asegurado por este señor, en enviarme la maquetación de Marea a finales de julio. Lo que era una promesa se convirtió en la Primera Falsa Promesa.

Dejé pasar unos días de agosto, en los que no se puso en contacto conmigo y comencé a interesarme por el estado de la maquetación, habían vencido ya los dos meses que se necesitaban. Su primera reacción fue "prometer" que ese mismo fin de semana tendría la maqueta en mi correo. Segunda Falsa Promesa. Dejé transcurrir unos días, en los que tampoco se pone en contacto para ofrecer unas simples disculpas por no cumplir. Le llamo. Otra promesa, "el próximo fin de semana lo tienes en tu correo". Tercera falsa promesa. Así una y otra vez durante todo el mes de agosto. Dando su palabra, prometiendo y faltando a ella sin sonrojarse siquiera.

Al cordero se le caía el disfraz.

Entiendo que cualquiera pueda tener contratiempos, lo que no aconsejo a las empresas es que engañen a sus clientes con excusas que resultan precisamente eso, excusas y prometan lo que no van a cumplir. Atraer a los posibles clientes con falsos reclamos no es una buena idea. Roberto Hernaiz Lasanta, editor de Grupo Lobher editorial sabía que no iba a cumplir ninguna de las promesas que me hizo durante todo el mes de agosto. El motivo, bien sencillo: todavía no había empezado con la maquetación de Marea.

Recordando que dijo que necesitaba dos meses para la maqueta, si digo que las primeras 60 hojas, sí, sólo 60 hojas, me las envió el 1 de septiembre de 2012, 26 días antes de la presentación,(tres meses después de la firma del contrato) es fácil entender el nerviosismo que me entró, porque no eran solo esos 26 días sino que había que terminar antes, aún quedaba corregir, imprimir, hacer la portada, etc.

Respecto a la portada:

Su e-mail, como en los extractos anteriores copio y pego: "De cara al diseño de portada ya nos indicarás si tienes algo pensado, o incluso tienes ya un boceto o imágenes o fotos que pudieran formar parte de la misma."  "...si tenemos que hacer alguna modificación o darle mayor resolución ya se lo pasaremos a nuestro ilustrador que nos ha diseñado algunas cubiertas espectaculares y maneja el photoshop de maravilla." Con el contrato le envié un boceto de portada, que fue el que colgué en la página de Facebook de Marea, cuando la creé, ahora aparecen las portadas de las dos novelas que forman Marea

Como digo, se trataba de un boceto sin otra pretensión que vestir la página de Facebook. Tres meses y alguna semana después de enviárselo, a menos de tres semanas de la presentación, no había tal ilustrador de cubiertas espectaculares. Viendo que el tiempo se echaba encima intenté, con mis limitados conocimientos de photoshop limpiar la foto, de muy baja resolución. Al menos mejorar en algo la portada, se la envié. Trabajo en balde. No lo pudo incluir. Hernaiz confesó que no sabía manejar el programa. Por ese motivo tampoco aparece el logo de la editorial en la portada. ¿Conclusión? viendo que había un boceto se ahorraba al ilustrador de la portada. Imagino que el ilustrador al que se refería no sería el único al que pudiera contratar. ¿o sí?

El Catering

Su correo: "El vino y canapés que se ofrezcan al término de la presentación por supuesto van a nuestro cargo" A menos de siete días de la presentación, no había nada contratado. Le mostré reiteradas veces mi preocupación. En esos momentos eran tantos las cuestiones que me preocupaban que mi objetivo era organizar la presentación, que todo saliera lo mejor posible. Me respondió: "Necesitamos, eso sí, que alguien se encargue de prepararlo con tiempo y que por la distancia a nosotros nos resulta casi imposible" Al final, un par de días antes, y poniendo yo 100€ más se contrató un catering básico.  

Hasta ahora la técnica de este señor es hablar y hablar, prometer, con el único objetivo de que el autor-víctima firme y luego ya verá como sale del atolladero, si sale. Digo, si sale, porque está tan habituado a moverse en este tipo de circunstancias, no soy el único que le ha sufrido, que sabe que al final se saldrá con la suya. Denunciarle sale mucho más caro que lo que debe. Puede que le funcione, pero su imagen, su branding, quedará dañada para siempre

Para los que sigan interesados:

Marcapáginas

Otra zanahoria dentro de su charlatanería inicial "Prepararemos  también unos marcapáginas o puntos de libro, siempre es un detalle para obsequiar a los lectores" Coincido con él, efectivamente es un detalle simpático, sobre todo si, una vez más, no se queda en la promesa y llegado el momento no hay marcapáginas ni nada que se le parezca. ¿Motivo? otra excusa, dice: "...realmente se nos pasó completamente en su momento, pero no tengo fecha, tendremos que esperar a dentro de una semanas que nos imprimirán otro título para que los metan junto con la cubierta del nuevo título" Se lo volví a recordar en varias ocasiones. Jamás hizo nada al respecto.

Respecto al contrato:

Para mí, éste es al apartado que más habla de la marca de una empresa. Posiblemente sea mi inocencia al firmarlo, no estoy acostumbrado a firmar papeles de este tipo y tiendo a creerme lo que leo. En su momento estaba realmente convencido que se iba a cumplir. El incumplirlo, como lo ha hecho Roberto Hernaiz, sin sonrojarse siquiera, dice mucho de su forma de actuar en el sector, que dicho sea de paso no merece personajes como éste.

Vamos allá:

Le envié un correo este pasado mes de julio de 2013, cuando le conté punto por punto mi descontento con él, y su falta de profesionalidad. Respondió que "dudar de la profesionalidad ya es demasiado". No me quedó otra que enumerarle los motivos, sólo los importantes para no alargarme en exceso, que me impulsaban a considerarle así. Entre ellos los expuestos hasta ahora y los siguientes:
 Le hablé del contrato y le dije:

-La claúsula cuarta dice que a los tres meses de la firma del contrato, el editor esta obligado a poner a la venta la novela. (sino es motivo de rescisión) La fecha de contrato fue el 1 de junio de 2012. y el 1 de septiembre me enviabas las primeras 60 hojas de la novela maquetadas para revisarlas.

No hice efectiva esta cláusula por lo que comentaba anteriormente, Hernaiz había cobrado a pesar de su manifiesta incapacidad para cumplir con su trabajo, mi empeño era que la presentación saliera lo mejor posible.

-La cláusula sexta habla del control de tirada dice : ANTES de la puesta en circulación de los ejemplares impresos de la edición que realice el editor, este remitirá al autor una certificación expresiva del número de ejemplares que consta la edición, (500) junto con una declaración de la industria de artes gráficas en la que se realizó la impresión y encuadernación en la que haga constar el número de ejemplares fabricados que fueron entregados al editor, así como la fecha de las entregas realizadas"  

Nunca me envió el certificado en el que debía demostrar que se habían impreso los 500 ejemplares acordados. Hasta finales del pasado año 2013  he insistido en ello. El motivo es sencillo también, como todos los anteriores. Roberto Hernaiz Lasanta, editor de Grup Lobher Editorial, solo encargó a la imprenta 200 ejemplares. Por tanto difícilmente me podía enviar dicho certificado.

Obtuve el dato tras llegar un momento en que las continuas largas comienzan a hacer mella. Hablé con la imprenta y me confirmaron, también por escrito, la impresión de únicamente 200 libros, añadieron que no le dieron el certificado de la impresión de los 200 ejemplares por que Hernaiz no lo pidió. Tuvo el descaro de asegurarme que la imprenta no se lo daba. Reconozco que me sorprendió mucho. 

Se lo dije a través de un buen amigo abogado, a mí me revolvía el estómago continuar hablando con este personaje. Le respondió que sí, que habían sido 200 los ejemplares impresos. Y que los 300 restantes los podía haber encargado en una o en varias imprentas. Evidentemente, le importa poco o nada, el contrato y su obligación de enviarme el justificante antes de la presentación. De nuevo sin sonrojarse. Nada ha enviado

El resumen hasta ahora es el siguiente: Con mi primer pago, abonó a la imprenta su trabajo, (200 ejemplares) se quedó con el resto del dinero (casi los mismo que pagó por los 200) y con el segundo pago completo. Más lo que se ahorró del ilustrador de la portada y el catering. A lo que habrá que añadir el montante de los libros vendidos

Sin sonrojarse.

 
-La claúsula octava, habla de la liquidación. En lugar de escribir el texto me remitiré  a un correo de Roberto Hernaiz: "...la liquidación es semestral, una vez puestos los libros en la calle, y lógicamente se va liquidando conforme se van vendiendo los libros y la editorial los va cobrando, normalmente las distribuidoras y las librerías nos liquidan a los 90-120 días desde la fecha de venta y factura."  

Admitió haber cobrado de las librerías, a fecha de hoy no me ha abonado ni un ejemplar. La primera excusa era cuando menos sorprendente "Tengo que sobrevivir" Este es su negocio, pide dinero, no arriesga ni un euro, cobra de las imprentas y no paga.

Me envió una primera hoja de liquidación, después de insistirle, (solo el número de ejemplares vendidos hasta esa fecha y mi porcentaje)  con pago a un mes vista. Curiosamente, el número de libros vendidos que reconoció en esta primera y única hoja de liquidación, la redujo en 20 unidades nueve meses después aportando una documentación de la Casa del Libro, que nada indicaba en este sentido. En ella solo se hacía alusión a la devolución de unos ejemplares No vendidos por los que el editor había cobrado ya. Me reuní con el responsable de La Casa del Libro.

 A partir de ahí, la misma técnica que empleó en agosto, largas y largas. A través de mi amigo abogado, Javier, se le ofreció dividir los pagos. Su propuesta, si no fuera por las circunstancia, sería incluso divertida, ¡¡ofreció pagarme con mis propios libros!!
¡Un genio! ¿No?
Es decir, yo pago la edición de mi novela, que no es ni co-edición, organizo la presentación,(incluyo a mi familia y amigos, sin ellos nada hubiese sido posible) llevo a los invitados, que gracias a ellos se vendieron todos los que La Casa del Libro había calculado, y Roberto Hernaiz Lasanta se queda con el resto del dinero y tiene, no sé como definirlo ya, la caradura, o quizá sea aquello del que ya nada le importa, de lo que te lleva la experiencia en este tipo de situaciones a venderme mi libro a mitad de precio, para que yo los venda y saque dinero. Todo un favor por su parte. Ahora, a todo lo demás hay que añadir que tengo que vender mi novela.

Sigue sin sonrojarse.

El pasado mes de julio acepté su propuesta de dar por concluido el contrato, pero como siempre hace, se echó atrás. ¿Motivo? sencillo, como los anteriores, seguir cobrando de los ejemplares que se vendan, quedándose con el precio de venta al completo y sin poner un euro.

Quería dar las gracias a Alfonso Ussía que tuvo el enorme detalle de acompañarme en la primera presentación, gracias a su presencia el evento resultó del agrado de todos los que tuvieron la amabilidad de asistir. Sé que no le gustó que tuviera que pagar aunque fuese un euro, para que llegara ese momento. Os dejo el vídeo grabado con el móvil por mi querida sobrina Rocío, nos acompaña Hernaiz,   "mi peinado" no admite la posibilidad de llevar coleta:






También agradecer a Víctor Fernández Correas y a Nieves Gallardo Cañaveras que me acompañaron en la segunda presentación en la librería Liberespacio, en Madrid y a la propietaria Zaida Pérez por su exquisito trato y facilidades.

He dejado aparte las promesas de distribución de la novela en librerías próximas a mi domicilio, efectivamente, no hay ni una. Ni próximas ni lejanas, difícilmente podíais encontrar Marea en las librerías que buscasteis si ni siquiera estaban impresos los ejemplares.

Por último decir, que contra este tipo de abusos poco se puede hacer, excepto denunciarlo en las redes sociales, en el Colegio de Editores, en el de Escritores. Este tipo de individuos hacen un flaco favor a la industria editorial que no se merece la imagen que van pisoteando a su paso. Me consta que esta clase de editoriales son las menos, sé de buena tinta que existen editoriales "pequeñas", otras tipo familiares, que se desviven por sus autores aportando a la edición de las obras que se les encargan todo su saber y experiencia para que salgan adelante.

No me hace ninguna ilusión la entrada de hoy del blog, quizá sea la última, quiero dedicarme de lleno a escribir novela, acabo de empezar la sexta. Sin embargo, tras haberlo pensado durante los últimos meses, he llegado a la conclusión de dedicarle a Roberto Hernaiz Lasanta editor de Grup Lobher, ésta entrada, pensando sobre todo en aquellos nuevos escritores que navegan por internet buscando una editorial que les guíe en sus primeros pasos, en hacer realidad un sueño.

Como mensaje sólo me queda decir a estos autores, que si buscan editorial para su novela y se encuentran con la protagonista de este post y con su editor, mi consejo es ...que sigan buscando.

La buena noticia es que el contrato es por dos años, vence el próximo 1 de junio, y la editorial solo tiene los derechos del libro 1 de Marea en papel y en España. Ese es el motivo por que el que he maquetado y subido las dos novelas Marea Libro1 "Cuando el corazón late" y "Marea libro2 No hables con extraños" para e-book a Amazon. Permitidme que os facilite los enlaces.

Marea Libro1 Cuando el corazón late: 

http://www.amazon.es/dp/B00F3HX82C

Marea Libro2 No hables con extraños

http://www.amazon.es/dp/B00EU9M84I


A los que habéis leído hasta aquí muchas gracias.


Os dejo un enlace de la denuncia de otra víctima, Ricardo Martín: 

http://www.esliteratura.com/enlaces/enlace/grup-lobher-editorial 

Un último apunte: El aspecto económico de esta denuncia queda a nivel de mera anécdota. Es el abuso de este "profesional", de este vividor, el mofarse de los sueños de los nuevos escritores una y otra y otra y otra vez y quede impune, al acecho de otra nueva víctima. Como me dijo Hernaiz Lasanta el día de la presentación de "Marea libro1 Cuando el corazón late"; "Yo nunca podría escribir una novela, me siento incapaz". Siendo fiel a su afirmación mejor menospreciar el trabajo y apropiarse de los bolsillos de los que, como yo, caemos en sus redes.