Siempre he defendido que es bueno y hasta saludable aprender de las experiencias de los demás. Lo que se podía entender "comprar experiencias" y aplicarlas a nuestro negocio. Eso fue lo que hizo tele-pizza antes de aterrizar en España. No se trataba de una nueva idea, si no de una idea de éxito importada y aplicada en el momento correcto.
En el caso de hoy sin tratarse de un producto nuevo, sí que se trata de intentar imitar el éxito obtenido por un producto en una determinada categoría, y aplicarlo en la nuestra. También puede ser correcto, sin embargo lo que, en mi opinión, no tiene mucho sentido es querer significar la revolución que ese producto implicó, en nuestra categoría.
Me explico. He leído que la multinacional Procter&Gamble ha lanzado, en el mercado americano, lo que ellos denominan el detergente del futuro, Tide Pods. Pretende revolucionar la categoría, el mercado de detergentes de la misma manera que lo hizo Apple en la informática o tecnología. Según The New York Times se invertirán 150 millones de dólares en el lanzamiento (Marketing News)
Querer no siempre es poder.
No en branding.
Las pruebas realizadas con el nuevo detergente parece que han obtenido un éxito extraordinario. Une en un solo producto detergente, quitamanchas y abrillantador "lo nunca visto en el mercado de los detergentes" desde la agencia de publicidad de añade "queremos revolucionar esta categoría a través de la innovación". Otra cosa es que se pueda, de esta manera.
No pongo en duda la calidad, como nunca hago, del producto. Ni su eficacia a la hora de eliminar todo tipo de manchas. Sin embargo, tal y como yo lo veo, existe una diferencia con lo que realizó Apple en su día. Me refiero al nombre de marca.
Apple era una marca nueva, que no un producto nuevo, ya que el primer ordenador personal fue Altair, lanzado en 1975 por MITS, con el extraño nombre completo de MITS Altair 8800. La compañía no dispuso de los fondos para mantenerla y tuvo que vender (La guerra del marketing Al Ries y Jack Trout).
Tilde Pods no es una marca nueva suena a extensión de marca. ¿por qué? Por que antes de este "nuevo producto" teníamos Tide Original (lo que implica haber lanzado tantas extensiones que ha habido que "renombrar" a la primera con "original") Tide Plus Bleach, Tide Plus Febreze, Tide Plus Downy, Tide Plus Febreze Sport, Tide Coldwater, Tide Totalcare, Refuerzo Tide. Contamos con la variedad en polvo, líquidos, paquetes. Aerosol de pretratamiento Tide, Refuerzo Tide free.
En mi opinión es complicado que Tide Pods logre ocupar una posición en la mente de los clientes como un producto nuevo y revolucionario, por que Tide ya ocupa su posicionamiento concreto. Es probable que la innovación que debe llevar en su composición Tide Pods no sea entendida por el usuario. Además en el mercado de los detergentes, los consumidores están muy acostumbrados a que cada pocos meses una marca ponga la etiqueta de "nuevo" a una variedad de un producto, o nuevas partículas milagrosas, o limpia más o más blanco , etc.
A mi modo de ver, el nuevo producto de Procter&Gamble tendría mucho más recorrido y hubiera podido, al menos, optar a ser esa revolución si se le hubiera otorgado personalidad propia, dándole un nombre nuevo. Si se trata de un producto nuevo, totalmente revolucionario ¿por qué ponerle un nombre de marca que no significa lo qué se quiere representar?
El consejo que siempre nos dan los expertos es que a producto nuevo; nombre nuevo. Nada como crear una nueva categoría para es nuevo producto.
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