Existen, en mi opinión, muchos, demasiados anuncios y campañas de las llamadas "creativas" a los que hay reconocer que llaman la atención, entretienen, estimulan diferentes emociones del espectador, pero que nada aportan al fin último de la publicidad como es la venta. Muchas de ellas, una vez terminada la campaña, lo único que queda en la mente es lo bonito del bebé que aparecía en ella, u otras imágenes o personajes más o menos vistosos. Pero del producto en cuestión no se acuerda nadie, y menos aún de lo que que queremos que signifique.
El objetivo es apropiarse de una palabra en la mente del consumidor, que signifique algo para él. Es evidente que ese "algo" y esa palabra deben referirse a atributos que sean de importancia para nuestros clientes. Este es el principio más determinante en marketing.
La publicidad no tiene el objetivo de entretener, ni divertir, sino de informar y vender. Este fin parece que se olvida en muchas campañas, incluso en las que han recibido premios de relevancia internacional.
Para el post de hoy traigo un ejemplo de un producto que presenta una campaña creativa, que entretiene, invita a prestarla atención, será recordada y ante todo, a mi modo de ver, el producto anunciado y su beneficio no pasarán, ni mucho menos desapercibidos. Podéis ver el vídeo aquí.
Por último recordar otra vez unos de los preceptos de la International Advertising Association
"La buena publicidad no solo informa, vende"
"Cuando la publicidad cumple con su trabajo, millones de personas conservan el suyo"
Gracias a Carlos Pereda de CPM Consultores por facilitarme el archivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario