Hay una norma en el mundo de la comunicación y la publicidad, no escrita, que indica que cuando una compañía "mete" demasiado ruido, que está a todas horas en todas las cadenas, apareciendo con sus anuncios en franjas de máxima audiencia es que algo no va bien. Es una forma de ocultar problemas internos del tipo que sean.
En el caso de los pagarés de Nueva Rumasa, sin entrar en cuestiones económicas de los mismos y remitiéndome exclusivamente al aspecto de comunicación y de imagen, del branding del grupo, es difícil comprender, al menos para mí, que alguien considere que insistiendo de esa manera tan machacona, se conseguirán resultados extraordinarios. Que utilizar un medio masivo como la televisión, para vender participaciones mínimas de 50.000€ no parece lo más adecuado, con la que está cayendo.
La gente que invierte se informa en los canales adecuados para ello. Es en estos canales donde debemos desarrollar nuestra propuesta de pagarés, y si queremos incluir al posible inversor particular, hagámoslo, con comunicaciones puntuales, quizá una campaña informando de la emisión que se está llevando a cabo, y nada más. Me atrevería a decir que aquellos que cuentan con un mínimo de 50.000€ para invertir, se informarán con expertos, en su mayoría, antes de decidirse.
Cuando el grueso de la comunicación se dirige al inversor individual, en medios masivos, con una aparición constante, pierde credibilidad. Desde el punto de vista del consumidor, el único que realmente importa, resulta extraño que sea necesario "gastar" (en este caso parece un gasto más que una inversión) tanto en publicidad para captar inversores. Si ponemos un fecha límite para la emisión y una vez cumplida dicha fecha, decimos que se amplia como un favor a aquellos que no han llegado a tiempo, lo que hacemos es poner en tela de juicio la inteligencia del consumidor. Se preguntará: ¿Puede existir alguien no se haya enterado de la emisión de los pagarés y por eso es necesario ampliarla?
El segundo puesto de Vodafone es debido a un tipo de campaña que ya he comentado en recientes post. Es aquella campaña que cuando el consumidor, atraído por el titular, decide tomar acción y hacer suya la propuesta de la compañía se encuentra con la letra pequeña. En este caso Vodafone prometía ADSL y Gol Tv por 4,90€ al mes. Cierto que como cliente la propia oferta deja entrever que hay gato encerrado, otros casos no son tan evidentes. No obstante, me cuesta entender que sentido tiene que atraigamos al cliente con esa propuesta de ADSl más Gol Tv por 4,90€ si luego hay que explicarle al cliente que debe añadir 35.28€ al mes de internet móvil y que el canal de televisión sólo es gratuito unos meses.
Me pregunto si desde la compañía, al diseñar la campaña, alguien se planteó en que condiciones quedaría su imagen de marca en la mente de los clientes que se interesaron en ella y no sólo en estos clientes sino en todos aquellos que formen parte de su entorno personal , familia, amigos, conocidos, compañeros de trabajo. ¿Habrán logrado afianzar su posicionamiento como una compañía de confianza, con comunicados claros?
Desconozco porqué se insiste en este tipo de campañas. Imagino que el motivo está más enfocado en intentar facturar a corto plazo, que en un interés en ofrecer un mejor servicio y productos a los posibles clientes.
Antes de lanzar una campaña de este tipo, situémonos en el lugar del cliente, intentemos averiguar que sentirá, cual será su experiencia con nuestra marca. Puede que así nos decidamos por otro tipo de acciones.
Habría que plantearse como Gol Tv decide formar parte de esta oferta.
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