Cuando una empresa, o un individuo, inicia cualquier tipo de actividad en la sociedad, por mínima que sea ésta, lleva a cabo acciones de marketing, de marca, tanto a nivel empresarial como personal.
Todas estas acciones influyen, por tanto, en como es percibido por sus públicos, su marca se verá analizada en cada experiencia que sus clientes y/o entorno tengan con ella.
Podemos haber diseñado un plan de marketing estratégico competitivo adecuado a nuestros intereses. Hemos dado con una idea diferenciadora importante para nuestros clientes, desarrollado un plan, para contar con las credenciales necesarias que hagan ese concepto diferenciador creíble, si no contamos anteriormente con dichas credenciales.
Si una vez que hemos llegado hasta aquí no vigilamos los medios a través de los cuales nos vamos a comunicar, el esfuerzo habrá sido en vano. No me refiero a la selección de medios en sí misma, sino a como los utilizamos.
Según un estudio coordinado por TNS España, "Puntos de contacto de la Marcas con los Consumidores", en 7 países europeos, la publicidad relacionada con la experiencia de producto o marca (muestras, publicidad en tienda, patrocinio cultural), es la más aceptada por los españoles.
En el lado contrario, catalogada de más molesta está, el Marketing Telefónico, Pop-ups en internet (esas ventanitas emergentes que se abren en nuestro monitor cuando accedes a una página web, sin que hayamos hecho nada) TV, SMS y e-mails, por este orden.
La publicidad más molesta es aquella a la que no te expones de forma voluntaria. De entre las cinco menos valoradas, considero que los Pop-ups, no presentan la más mínima utilidad para las compañías que se anuncian en ellas, por dos motivos principalmente. Por un lado los propios navegadores cuentan con mecanismos de bloqueo de ventanas emergentes y por otro, el usuario no tardará mucho en cerrar la ventanita, quedándose con una mala sensación del anunciante.
Las otras, tiene utilidad. Pondría en un grupo al Marketing Telefónico, SMS y e-mails y en solitario a la TV. El primer grupo puede ser una herramienta de gran ayuda al anunciante si tiene el permiso de su cliente para comunicarse con él a través de estos medios. Se ha de procurar, aunque parezca obvio muchas empresas lo olvidan, no pretender que la conversación telefónica se alargue, ni agobiar con e-mails ni sms. Algo obvio, también, es que el motivo de contacto sea de interés para el consumidor.
Si una vez, como decía al principio, hemos elaborado todo el plan estratégico y no formamos adecuadamente a todos aquellos que van a hablar en nombre de nuestra marca, aquellos que se van a convertir en nuestra voz (mk telefónico entre otros) se puede ir al traste todo el trabajo inicial.
Como experiencia personal puedo contar la llamada de un operador de telefonía, del que soy cliente, para ofrecerme entre otras promociones una importante oferta para conectar mi portátil, que no tenía en es momento, a internet.
-¿Tiene usted ordenador de sobremesa?
-No, señorita.
-Bien, puedo ofrecerle por ser cliente nuestro, una oferta de X euros para pueda conectarse a internet X horas desde cualquier lugar...
-Le decía que no tengo portátil...
-Pero la oferta es extraordinaria -insistía la operadora- imagínese que va a casa de un amigo y puede conectarse en ella con su propia conexión...
La conversación duró algún minuto más, sobre todo por deformación mía profesional, quería averiguar hasta donde llegaría con un argumento, "un beneficio", que para mi no era tal.
Este tipo de acciones afecta y mucho al desarrollo de la marca, al branding. Puede llegar a pensar el cliente eso de "todas mas marcas digan lo que digan, son iguales, les importa poco el cliente, solo quieren vender".
No tiene mucha coherencia comunicar que nuestra empresa esta volcada en el consumidor, y luego querer venderle algo que no le interesa en absoluto.
En cuanto a la TV, lo positivo que resulta, para algunas categorías de productos poder dirigirte a muchas personas, se puede ver y de hecho se ve afectada por la forma en la que los propietarios de los medios dan paso a los bloques de publicidad.
Si hay un corte más dañino para los anunciantes es aquel en que siendo consciente el espectador que falta poco para terminar la serie o la película, cortan durante quince minutos mínimo, para a continuación poner los dos o tres últimos minutos que faltaban para terminar la cinta. Las marcas que aparecen en estos momentos no son precisamente bienvenidas en la mente de los espectadores.
Por último recordar que branding incluye todo tipo de acción que realicemos. Cada experiencia de los consumidores con nuestra marca irá desarrollando una imagen en sus mentes, que con el tiempo será muy complicado cambiar.
Formemos con más énfasis a aquellos que van a hablar en nuestro nombre, no sólo al personal del marketing telefónico, sino vendedores, tanto en tienda como fuera, recepción. A todo el personal que estará de una u otra manera "creando" nuestra marca.
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