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1 de noviembre de 2009

Renault Mégane : Muchos modelos Diferentes desenfocan La marca

El haber partido del Renault Mégane en el post de hoy, es sólo a modo de ejemplo puesto que bien podría ser aplicado a infinidad de modelos de casi cualquier marca.
Para empezar, y siguiendo a Jack Trout, existe una gran diferencia entre el desarrollo de un producto y de una marca, el primero es algo que se crea en la fábrica y la segunda, la marca se crea en la mente de los clientes. si no logramos que nuestros productos ocupen una posición preferente en esas mentes, es como si no existiéramos.
No es fácil conseguirlo, menos hoy día con el exceso de información a que estamos sometidos todos los días a todas horas durante todo el año.

Por ello una de las premisas fundamentales es Ser Simple, significar una sola cosa, ya que nuestro cerebro no admitirá que una idea sea dos cosas diferentes, según nos explican los psicólogos estudiosos de la publicidad, aseguran que nuestra mente se organiza en torno a los productos en si mismos no de compañías. Por ello, el Mégane debería ser algo concreto, una línea base, con un posicionamiento específico.


No tiene lógica, para nuestras mentes que el mismo modelo sea a la vez deportivo, familiar , descapotable, monovolumen, coupé. Se entiende la evolución del modelo con el paso del tiempo, pero el parecido entre las diferentes versiones se limita, en la mayoría de ellas, al nombre.


Para comprobar si nuestro posicionamiento, es simple, sencillo, debería poder responder a la pregunta ¿Qué es un Renault Mégane? de manera fácil y directa. Si alguien nos dice que va a comprar este modelo, ¿sabríamos a cuál se refiere? Imposible.

Si las diferentes líneas no fuesen suficientes, tenemos también que añadir la variedad en cuanto a motorizaciones se refiere. La primera generación del Mégane se podría encuadrar entre 1995-2002, su objetivo era sustituir al Renault 19, en un principio eran 6 modelos diferentes. Tuvimos en 1995 el primer Mégane, en el 96 el Mégane Classic y la monovolumen Mégane Scénic. En 1997 el Cabriolet... así hasta 6 modelos y 17 motorizaciones.


En 2002 fue rediseñado, se añadieron 15 motorizaciones. Se añadió la versión sport Mégane RS, siendo los modelos más potentes hasta 230cv.
Y al última generación incluye el Mégane Grand Tour y el Mégane Sport Tourer, entre otros.



Creo que es mucho más efectivo un nombre nuevo para un producto nuevo, más fácil de ser comprendido por los clientes, más fácil ocupar, así, un hueco diferencial en sus mentes. El lanzar modelos y más modelos va en contra del posicionamiento eficaz, y por tanto de un efectivo programa de branding. En este caso la actuación de la competencia ayuda, ya que se comportan de manera similar.

Por último sería importante que, puesto que BMW implica conducción, Mercedes tecnología, antes también era elitismo aunque hoy no está tan claro este concepto al lanzar coches de 20.000€, Volvo sigue siendo seguridad, marcas como como Renault, Peugeot, Seat, incluso Ford decidieran apropiarse de una palabra, que definiera su posicionamiento, en la mente de los consumidores, en definitiva es precisamente esa palabra, ese concepto lo que define a una marca. Concentrar el enfoque ayudará en gran medida a hacer fuerte la marca.

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