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7 de marzo de 2013

Publicidad en Informativos: Prescriptores vs la Crisis

En varias entradas en hablado sobre los prescriptores y el efecto que puede tener en el consumidor la elección de un famoso a la hora de llegar a los consumidores con un determinado producto o servicio. No siempre este tipo de comunicación cuenta con la participación de alguien conocido. En ocasiones valía con "vestir" al personaje con las características necesarias de aquel a quién representa. Por ejemplo, el uso de la bata de blanca cuando se quiere transmitir la sensación de estar ante un experimentado médico, o farmaceutico o investigador. En ocasiones no era necesario conocer al personaje, al prescriptor, para dotarle de la capacidad de ser alguien " en quien confiar porque sabe lo que dice".

También he hablado del efecto contrario. Es decir de la selección de un determinado famoso para anunciar un producto que los consumidores no relacionan con él. Hablé por ejemplo de David Villa y Cepsa, Pikolín y Adriá, Nadal y Bacardí etc. Así como de aquellos que en un corto espacio de tiempo vemos anunciando todo tipo de productos dispares entre sí.

No obstante lo expuesto hasta aquí, todos tenían algo en común, como es superar una selección, una propuesta del anunciante o de la agencia. En definitiva, un estudio previo para alcanzar unos objetivos de ventas y comunicación.

Parece que hoy día la selección y el uso del prescriptor ha perdido este nexo en común, sobre todo en un modelo de apariciones televisivas a las que estamos expuestos desde meses atrás.

En los informativos de casi todas las cadenas de televisión han debido llegar a la conclusión de que poco o nada importa quién "venda" el producto. Imagino que la crisis estará detrás de todo esto, quizá sea una forma de ahorrar en el anuncio. Podemos ver, a veces sin previo aviso salvo un pequeño cartel transparente en una esquina que dice publicidad, como el presentador de turno empieza a hablar de algo que nada tiene que ver con lo que nos estaba contando hasta ese momento.

Por ejemplo en deportes, incluso en el tiempo, escuchamos al presentador dando una noticia y de repente comienza a hablar sobre una marca determinada, animándonos a su uso o consumo. Imagino que como a mí, muchos espectadores se quedan extrañados, primero y molestos después. Puesto que el paso de la noticia al anuncio encubierto es inexistente. El motivo no es otro que sigamos prestando atención.

Me pregunto si la reacción de los consumidores merecerá la pena a las marcas que se anuncian bajo este formato. No solo eso, me planteo incluso su legalidad. En mi opinión, tiene todo el aspecto de publicidad intrusiva.

Desde el punto de vista del branding, de la creación y de desarrollo de la marca, me resulta sorprendente que al anunciante le de igual  que persona (presentador) le toca "vender" su producto, viajes, cuchillas, coches, etc.

No todo vale en publicidad, ni tampoco a la hora de elegir los prescriptores ni el modo de comunicarnos con nuestros clientes. Hace varias décadas que se habla de la inteligencia del cliente, que dejó de ser aquel al que todo le valía porque se trataba de un producto "que se anunciaba en TV" o "en la radio". Hoy dia los cosumidores cuentan con mucha competencia donde seleccionar y mucha información a la que acceder a la hora de elegir uno u otro producto. No es una buena idea "molestarles" ya no con nuestra comunicación, si no con el simple hecho de aparecer cuando no se le espera, ni se le desea.





2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo con tu entrada. Es muy molesta la manera en la que se está invadiendo al telespectador. De hecho, si algo destacaría es ese malestar que despierta y con el que, yo al menos, me quedo, precisamente por lo que comentas: falta de oportunidad. Conmigo solo consiguen que deje de ver esa sección del programa en la que me "acosan" sin posibilidad de defenderme.

    Aunque no es exactamente lo mismo que el caso que comentas de los prescriptores en TV, también las marcas, deberían tener cuidado, creo yo, con los famosos que emplean en sus campañas, sobre todo cuando estas personas son algo más que un mero recurso táctico, para transformarlo en una asociación. Basta recordar a Pistorius, Amstrong, Tiger Wood... (algo escribí en mi blog sobre ello).

    Nuevamente, ¡muy acertado!

    Saludos.

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  2. Cuando los famosos, sobre todo deportistas y modelos están en la cima, son muchas las marcas que los quieren con ellas. Lo cual es lógico, siempre y cuando haya alguna relación entre el prescriptor y el producto.

    En los tres ejemplos que pones, creo que la pérdida ha sido más para ellos que para los anunciantes, ya que el consumidor entiende que los patrocinadores nada han tenido que ver en los hechos que han originado la caida de Pistouris, Amstrong y Tiger Wood. Además se alegran de que les retiren su apoyo.

    Coincido contigo en que las marcas deberían tener más cuidado con sus famosos y momentos de comunicación.

    Gracias por tu comentario Celso.
    Saludos

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