Si existe algo en lo que están, la mayoría de lo profesionales de marketing de acuerdo, sobre todo en ésta época que vivimos con la enorme cantidad de información que recibimos cada día, es la importancia de la elección del nombre del producto o servicio para un adecuado branding y posicionamiento. Entendido éste ultimo como la forma de diferenciarse en la mente del consumidor.
A corto plazo ese nombre nos ayudará, o debería hacerlo, a resaltar una característica única que facilite el poder permanecer en el mercado, entrar en la mente de los clientes, pero a largo plazo esa marca sólo será, para los consumidores un nombre.
Por otro lado, los expertos, nos apuntan que a pesar de que un nombre debe iniciar el proceso de posicionamiento, existen casos en los que nombres sin significado aparente obtuvieron un enorme éxito, como son los casos conocidos por todos de Xerox y Kodak. La diferencia o el poder de éstos, radica en que fueron los primeros en entrar en la mente de los clientes, crearon la categoría. Xerox fue la primera en fabricar fotocopiadoras que utilizaban solamente un papel normal, y Kodak fue pionera en la comercialización de la fotografía a costo inferior.
Tenemos un ejemplo curioso, básico en los manuales de branding, como es el caso de la Isla de Fog (cerdo), en el Caribe, que apenas tenía visitantes, hasta que decidieron cambiar el nombre a Isla Paraiso, con ello cambió su historia.
En el post de hoy, tenemos un producto,de laboratorios Chefaro, con producto líderes como Pilfood, llamado Ymea Silueta.
De entrada si preguntáramos al público sus percepciones sobre un producto farmacéutico o de para farmacia con el nombre de Ymea, podría asegurar que la conclusión es que se trata de un diurético, eso sí con un nombre demasiado sonoro, y no muy atractivo al oído.
Sin embargo estamos ante un producto para mujeres de más de 40 años, es un programa de control de peso. Podemos leer que gracias a su composición actúa de forma natural sobre:
-modificaciones en el cuerpo: la papaya actúa sobre retención de líquidos (¿de aquí el nombre?), el té verde ayuda a quemar grasas, el cromo para activar la insulina, y regular la sensación de hambre.
- alteraciones fisiológicas: extracto de lino para los sofocos y sudores nocturnos, la melisa ayuda a combatir la irritabilidad, nerviosismo, y ansiedad. el ñame para regular ciclos menstruales, alteraciones del humor, y favorecer el mantenimiento de la líbido.
Parece que estamos ante un producto que vale para muchas cosas, demasiadas quizá.
En parafarmacia.tubotica.net nos hablan de Ymea Silueta como un "producto dirigido al control del peso y la menopausia".
En la web med-estetica.com comentan la presentación en el mercado de Ymea, "nuevo tratamiento natural diseñado para aliviar síntomas relacionados con la mensopausia".
El producto cuenta con dos tipos de cápsulas, unas para la mañana, con función de control de peso y otras para la noche, con incidencia en sofocos, menopausia.
¿No sería más fácilmente comprensible un producto dedicado al control de peso, y otro diferente, con nombre distinto a la menopausia? Creo que así sería más fácil su posicionamiento.
Si nuestros posibles clientes buscan información sobre nuestros productos y la que encuentran no es al menos similar en las diferentes webs que accedan, podemos tener un problema.
Si un producto con un nombre que no suena bien, que no es atractivo le añadimos la dificultad de concretar su función y si además nos encontramos con una extensión de línea como Ymea Firmeza, (para la firmeza de la piel de cara y cuerpo) las opciones para poder ocupar una posición preferente en la mente de los clientes disminuyen.
La elección del nombre es una de las decisiones más importantes que se deben tomar al iniciar un proceso de desarrollo de marca, de branding. Un nombre no adecuado puede arruinar las expectativas de un producto, independientemente de la calidad del mismo.
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