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10 de octubre de 2013

Marcas de Distribución y Marcas de fabricante: Más cerca.

Durante los últimos años hemos comentado la guerra de marcas, no me refiero a marcas tradicionales entre sí, sino como bloque, es decir la guerra de precios entre marcas blancas, de distribución frente a las marcas de fabricante o tradicionales.
Al principio de la interminable crisis, la distancia que separaba a ambos grupos de marcas era importante. Distancia que se agravó con el asentamiento de la crisis. En mi opinión, la "guerra" comenzó en ese instante. Antes, no creo que existiera un enfrentamiento como tal. Las marcas blancas eran más baratas, todo el mundo lo entendía así, y las de fabricante más caras. El motivo que asumíamos como explicación se refería básicamente a la calidad.

Desde el inicio de la guerra, las marcas de fabricante iniciaron su bajada de precios, reacción a la que tardaron en contrarrestar sus oponentes. Durante un tiempo, las diferencias de precios se hicieron excesivamente sensibles, de manera que un cliente que apostara por su marca habitual, se plantease la compra de una marca blanca "Prefiero la marca del fabricante X pero es que esta de Carrefour (o Mercadona, o Día o Eroski...etc) vale tres veces menos y como están las cosas..."

Poco a poco las marcas de fabricante comenzaron a bajar precios, contaban con margen para ello, de la misma manera que cuentan con más gastos que las blancas. Unas destinan una alta inversión para I+D+i y otras se "aprovechan" de los avances o formas de envase, o de elaboración del propio producto para lanzar el suyo, etc.


No era el único problema con el que se encontraban. Para ambas marcas, las de distribución y las tradicionales, el branding iba marcar su estrategia de precios. En relación a las primeras, su estrategia de bajada de precios es aceptado por el cliente, cuentan con ello. Sin embargo, las segundas, no pueden competir por precio, porque los consumidores esperar pagar, aunque sea un poco más, por una marca reconocida.

Viendo que la reducción de precios no podría continuar, las marcas de fabricante optaron por ofrecer más producto por el mismo precio. Sí, es una forma encubierta de bajar precios, pero nuestra mente lo ve una "oportunidad" como una "oferta". 
Los responsables de éstas compañías saben que una vez acostumbrado a sus clientes a un precio X por sus productos será casi imposible, aumentarlo cuando pase la crisis. Por tanto, la decisión de ofrecer mayor cantidad de producto, en mi opinión es acertada.

Desde el punto de vista de las marcas blancas, en lugar de frenar su reducción de precios hicieron más agresiva, aún, su estrategia. Hasta tal punto que comenzaron a  sufrir el efecto contrario. Es decir, la incredulidad en el cliente, la pérdida de confianza al ver un precio excesivamente bajo que no sugería un mínimo de calidad. 
A eso se le unía que el producto no siempre era el mismo, por tanto ni el sabor ni la calidad eran iguales. Esto es debido al cambio de proveedor de la marca blanca. Se le "aprieta" tanto en las condiciones que llega un punto en el que deja de ser rentable trabajar para la distribución y estos buscan otro proveedor, que en estos tiempos es más fácil encontrar.

Pasados los años, parece que todos se han calmado un poco y miran a la competencia. Las marcas de precio bajo se apuntan al atributo de calidad de las marcas de fabricante y éstas han ajustado sus precios. Según Kantar WorldPanel (estudio del pasado verano) en el sector de Gran Consumo se han acortado las diferencias entre ambos tipos de marcas. "este sector ha frenado ligeramente el crecimiento que venía acumulando desde enero..." "se ha reducido el precio pagado por productos de alimentación, droguería, perfumería, petfood y alimentación infantil.

¿Significa esta tendencia que volvemos al principio? Es posible, pero si fuese así, se trataría de un "principio" diferente al que había antes de la "guerra". La crisis no habrá pasado en balde ni para unas ni para otras.  Habrá enseñado a ambas que no todo vale. No por tener un precio elevado, implica que el producto sea de calidad, hay que demostrarlo. No por ser de precio bajo se trata de un producto más económico, a veces lo barato resulta caro.

Confío en que esta situación económica, que aún vivimos, haya servido para la mejora de estrategias competitivas, de elaboración/creación de productos, etc.

Las marcas blancas y las tradicionales tienen su espacio, no se trata de que lo compartan, sino de que se complementen.





2 comentarios:

  1. Hola Federico:

    Nuevamente comparto contigo muchos de tus comentarios. También comparto la idea de que la crisis por la que pasamos nos tiene que enseñar mucho y nosotros aprender de ello.

    En relación a las marcas, para mí el gran cambio que se ha producido es que las marcas de distribución han tomado personalidad. Ya no se habla de ellas en un tono despectivo como marcas de segunda. Están empezando a equipararse en su percepción a las marcas de fabricante. Por un lado, muchas tácticas (porque no las considero estrategias) de las marcas de fabricante de bajar precios lo único que han conseguido ha sido mejorar el posicionamiento de las marcas de distribución ya que han acercado lo precios pero sin llegar a igualarlos. Y además nos hace pensar el por qué la bajada si el producto era de calidad y ahora se reduce su precio, ¿o es que no era para tanto?

    Yo creo que las marcas de distribución se han dado cuenta y ahora más allá de competir por precio, comienzan a enfocarse en otro tipo de atributos, o al menos eso percibo en su comunicación. Comienzan a ser marcas con identidad propia y por tanto a posicionarse en nuestra mente de una manera diferente. Creo que están ganando una batalla importante porque las marcas de fabricante se han dormido (y la larga crisis ha ayudado sin duda a los que competían en precio a ganar cuota).

    Te dejo aquí un enlace que quizá pueda complementar a tu entrada, si me lo permites, http://bit.ly/15anzaB . Es abusar un poco, pero me siento en tu blog ya casi como en casa :)

    ¡La crisis nos está dando muchos ratos de diversión a los que nos gusta el marketing y la estrategia!

    Un abrazo.

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  2. Hola Celso!

    Muy interesante el enlace que me has dejado a tu entrada en tu blog.

    Respecto a si el recorte de precios de las marcas tradicionales es negativo y por qué no lo han hecho antes, entiendo que que los fabricantes también han querido acercarse a los consumidores de esta manera, ajustando precios debido a la crisis.

    Entendiéndolo así no creo que les perjudique, sino al revés. En mi opinión, el problema llega no con el ajuste sino con la "guerra" es la comunicaciones publicitarias. Es aquí donde no deberían insistir mucho en los precios bajos. Y sobre todo no llamarlos "precios bajos". De la misma manera que un producto de precio bajo no se relaciona con la calidad, sucede lo mismo al contrario, es decir, si bajas mucho los precios, el consumidor pensará, con razón creo, que esa bajada afecta a la calidad.

    Cierto que las marcas blancas están buscando una unión con los consumidores más emocional, la económica ya la tienen. Pero no deberían intentar apropiarse de atributos que sería imposible creer, como por ejemplo: prestigio, premium, etc. No deben olvidar que su razón de ser es ofrecer un producto similar al del fabricante por un precio inferior. El auténtico cambio vendría cuando sea habitual ver en los lineales marcas blancas de productos "originales". Hay muchas categorías de productos que son auténtica copia de las marcas de fabricantes. Copia que en ocasiones es espectacular, aunque no sea positivo para la inversión en I+D de las marcas tradicionales.

    Puedes dejar todos los enlaces que consideres oportuno, Celso, faltaría más. :)

    Un abrazo.

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