He leído estos días que McDonald´s, lanzó una campaña en Twitter que para unos no tuvo el éxito esperado y para otros fue un rotundo fracaso. El hecho de que al cabo de una hora la compañía viera que los comentarios aportados hasta ese momento, indicaban que el objetivo de la campaña quedaba cada minuto que pasaba más alejado, apunta a que efectivamente no tuvo el éxito esperado.
Según Marketing News, la compañía contrató el hastag #McDStories; en Marketing Directo añaden también la etiqueta #meetthefarmers. Lógicamente la intención de la compañía era que los consumidores compartieran sus experiencias positivas a su paso por la hamburguesería y que además localizaran los diferentes puntos de procedencia de la carne.
Sucedió todo lo contrario. Los que intervinieron, dejaron, en una gran número, su descontento con la compañía, contando experiencias negativas y otros aprovecharon para hacer énfasis en la dudosa procedencia de la carne. Asociaciones como PETA habló incluso de los derechos de los animales.
En función de la información que leas, para unos, la compañía reconoce el fracaso de la iniciativa "En una hora vimos que la campaña no iba por donde habíamos pensado" para otros no admiten el error "apenas el 2% de las 72.788 menciones fueron negativas". Cierto que hasta incluso pueden parecer contradictorias ambas posturas referidas a la misma compañía. Sin embargo las dos tenían un plan B. Otra etiqueta en esta ocasión #littlethings con reultados mucho más positivos .
¿Qué es lo qué ha llevado al éxito en el plan B y al fracaso en la primera iniciativa?. Si me atreviera a expresar en este post los motivos sería pecar por mi parte de saber algo que los profesionales que optaron por poner en marcha la campaña desconocían y, sinceramente, no creo que sea así.
Sin embargo, teniendo en cuenta las percepciones que existen en la mente de nuestros públicos, algo que es fundamental que tengamos en cuenta antes de dirigirnos a ellos, quizá hubiésemos entendido que la etiqueta de #meetthefarmers, podía dar mucha fuerza y ganas de recordar de nuevo las historias que corren sobre la procedencia de la carne, incluso de si realmente de trata de carne lo que la hamburguesa lleva entre pan y pan. La otra etiqueta #McDStories, más acorde, en mi opinión, que la anterior, dejaba, no obstante demasiado abierta la propuesta de comunicación. Por ello, el plan B, con #littlethings,aleja de la polémica las posibles aportaciones de los consumidores y propone algo más cerrado, así se obtuvieron respuestas como "una buena taza de té" "La risa de un niño".
La propuesta inicial de McDonald´s era muy arriesgada, en mi opinión, demasiado, sabiendo las leyendas urbanas que corren de boca en boca respecto al origen y/o material de las hamburguesas. En los últimos años se han llevado a cabo campañas de comunicación por las dos grandes compañías para convencer al público de la composición de 100% vacuno de la carne, pero parece que no ha calado lo suficiente.
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