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16 de julio de 2017

Cuando la Publicidad no Está donde Debería, el Branding sufre II




Esta entrada está relacionada con la anterior del día 14 de junio de 2017 "Cuando la Publicidad no Está donde Debería el Branding sufre" En la que planteaba varios ejemplos, uno de ellos, se refería a aquellos casos en los que el anunciante ve su publicidad apoyando o junto a informaciones, vídeos etc que nada tienen que ver con su branding, y que jamás hubieran comprado un espacio para mostrarse, tan contrario a sus intereses. Este podría ser el caso de alguna publicidad programática, que algunos entienden como en e-mail marketing, "una compra programada de impresiones de publicidad" Es decir publicidad organizada por medio de tecnologías basadas en algoritmos.

Como comentaba en la entrada anterior esto puede llevar a resultados no deseados por el anunciante. En base a dichos resultados, de acuerdo a Financial Times,  YouTube ha propuesto devolver parte del dinero a las empresas que se hayan visto perjudicadas por la aparición de sus publicidades   junto a contendidos de tipo delictivos, supremacistas o extremistas. (Marketing News)

Hasta aquí la primera impresión es que parece que se quiere tomar cartas en el asunto para no dejar en manos de la tecnología parte del "plan de medios", comenzando con asumir su culpa y devolver si no en su totalidad parte de la inversión realizada. Una consecuencia, a priori más que interesante, es la unión de Facebook, Twitter, YouTube y Microsoft para eliminar los contenidos extremistas de sus plataformas.

La sorpresa o extrañeza llega cuando varias de las empresas perjudicadas habían eliminado o disminuido su inversión en YouTube y que habían rechazado el reembolso de 3 dólares que se les ofrecía. Sí, tres dólares. Convencido que debería faltar algún cero que otro busqué en la red datos que me ayudaran a completar la información.

Lo encontré, por ejemplo en esta web Trece Bits, en la que aseguran que esos 3 dólares no es la cantidad más reducida de las ofrecidas a algunos anunciantes. 

El daño que se  puede haber hecho en su marca, a estas empresas no se solventa con tres dólares, y puede que ni con varios miles, es cuestión de tiempo saber qué consecuencias les puede acarrear.

Sorprende que algún directivo haya apoyado "esta idea" y tenido el "valor" de proponerla como compensación. En mi opinión, aunque hubiese una forma de justificar el montante de los tres dólares, es fácil ponerse en el lugar del anunciante y prever su reacción. No creo que haya servido como anzuelo para que vuelvan a confiar en ellos. Quizá hubiera sido el momento de pedir perdón, ¡cuánto cuesta hacerlo! y ofrecer algún tipo de contraprestración como un comunicado público, que seguramente se habrá hecho, quizá ofrecer de forma gratuita la plataforma de YouTube para volver a emitir la publicidad de estos anunciantes.

¿Perderán dinero? Desde mi punto de vista a medio plazo, no, porque ganarán el respeto de estros anunciantes y de otros más, sin duda. 
Lo perderán si desvían sus inversiones a otras plataformas y con ellos se marchan otros.

Lo que sí pueden perder es la confianza, algo tan complicado de recuperar.


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