Una cama para niños que proponga una idea como la del titular, personalmente, me resulta muy interesante. Aquellos que tengan hijos en el segmento de edad de 3 a 8 años, sin duda que les gustará saber más. El inicio del segmento en los tres años se debe, según los expertos, a la edad en la que comienzan a desarrollar su imaginación.
La idea inicial, según palabras del director de NGlife, "era lanzar una línea enfocada a una necesidad muy real de quienes la usarán, con el añadido de un componente tecnológico. El colchón se readapta mientras el niño crece. Por medio de unos sensores a través de una app se mide el descanso del niño en sus fases de sueño, la respiración y el ritmo cardíaco"
Hasta aquí, todo puede quedar dentro de una propuesta innovadora, que la competencia no tendría excesiva dificultad para copiar, bastaría con disponer de papel y bolígrafo para diseñar un modelo similar y echar cuentas.
Falta el concepto diferenciador.
Casi nunca suelo dejar por escrito el nombre de los responsable de las compañías ni de las agencias de las campañas que hablo. El motivo es sencillo, esté conforme o no con sus ideas o planteamientos me merecen todo el respeto como profesionales.
Que en ocasiones discrepe, o me parezca un error la campaña en cuestión, se trata sólo de una opinión, la mía, no por ello la que lleve la razón.
En esta ocasión haré una excepción. Correspondió a Shackleton, encontrar ese concepto diferenciador. En palabras del director creativo ejecutivo: "teníamos un breafing muy completo, un producto muy bueno, pero no nos podíamos ceñir sólo a eso".
En mi opinión, dicho director era consciente de que todos tienen acceso a la tecnología, que siendo los primeros en diseñar un producto como ese, o al menos en dedicarle una campaña, les faltaba aportar ese concepto diferenciador que ocupara un lugar preferente en la mente de sus clientes a la hora de la decisión de compra. Una idea que les distinguiera de los demás, que fuera sencilla, fácil de entender y de importancia para su público objetivo.
En esta ocasión esa idea diferenciadora se incluyó en el producto.
Esa idea que aportó Shackleton, era añadir algo que fuera de utilidad para el niño. Es decir, hasta el momento serían los padres los que vieran lo positivo del producto; se adapta al crecimiento de su hijo, puede controlar el sueño etc. Pero al niño ¿en qué le beneficia? Colchones cómodos hay de todos los colores, no, hasta este momento no se había pensado en él por extraño que pareciera. ¿Qué une a casi todos lo niños? Creo que sería acertado decir, que el miedo a la oscuridad.
Esta fue la propuesta, más que acertada en mi opinión, dotar a la cama de luz. No una luz cualquiera, como se pude leer en su página web monstersoff "La luz es blanca brillante en el momento del encendido. Evoluciona automáticamente a verdes menos intensos que favorecen el descanso, se apaga cuando detecta que el niño está dormido. Si se despierta asustado o grita se enciende y la cama avisa a través de la app..."
Camas que avisen del sueño de los niños, que controlen su respiración y ritmo cardiaco habrá muchas pero que sean a prueba de monstruos, sólo una, la cama Monsters Off.
Por poner un pero, desde mi punto de vista, Monsters Off es un nombre más que acertado a nivel internacional, pero no lo tengo tan claro para el mercado español, al menos a medio plazo. Quizá algo como Cama sin monstruos o a prueba de monstruos. Cama NO monstruos.
Para concluir, felicitar tanto a la empresa como a la agencia por el producto y el desarrollo de su branding, de su marca, con ese concepto diferenciador que hará que los clientes se expongan, a pesar de la saturación de comunicación y productos análogos a los que están expuestos cada día, a la campaña en los medios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario