El pasado 13 de diciembre hablé de que la mejor atleta española de todos los tiempos, Marta Domínguez, estaba siendo investigada entre otros delitos, del de tráfico de sustancias prohibidas que era la acusación fundamental que existía contra ella.

Como de todos es conocido la semana pasada Marta Domínguez fue exculpada de todos los delitos por los que estaba siendo investigada, relacionados con la Operación Galgo. Aún está pendiente la acusación por un presunto delito fiscal pero según su defensa, terminará siendo sobreseído.


Hasta hoy día, cuando alguien era relacionado con alguna trama de este tipo, el grueso de la opinión pública le consideraba culpable ¿Por qué? por que se entiende que para acusar a un deportista, de algo tan grave como dopaje, será verdad. Se confía en los que inician el proceso. ¿Qué pasa ahora? ¿Seguirá habiendo al misma confianza que antes? Lo dudo. Esto sólo beneficia a los tramposos, que los hay.

La única marca perjudicada, y ya ha sufrido bastante pérdida de crédito en los últimos años, sería la Marca España, ya que fuera de nuestras fronteras solo se hablará de la acusación de la campeona española sea del partido que sea. Como prueba de lo expuesto está el artículo del periódico italiano La Gazzetta dello Sport en el que carga contra la absolución de Marta Domínguez, asegurando que "doparse en España es casi legal". La verdad no debe resultar extraño esta reacción cuando se ha actuado como se ha hecho, la imagen que se transmite al público es de que la atleta debe ser culpable para que filtren toda esa cantidad de información y pruebas en su contra.
Sin ser el mismo caso, algo similar ocurre con el ciclista español Alberto Contador, acusado en principio de dopaje, absuelto en España, por que el 21 de julio de 2010, hace casi un año, en el control antidopaje realizado ese día, que era jornada de descanso en el Tour, se le detectó la ínfima cantidad de 50 picogramos de clembuterol que si no he entendido mal supone 0,00000000005 gramos por ml.
Según apunta el holandés Douwe de Boers, del que se dice es la máxima autoridad en este tipo de análisis, "esa cantidad de Clembuterol solo puede ser debida a una ingesta alimentaria". A fecha de hoy la UCI sigue sin tomar una decisión al repecto. Creo que la cuestión a resolver desde mi punto de vista como aficionado/consumidor/cliente es ¿Contador se ha beneficiado de esa tasa de Clembuterol para ganar el Tour de 2010? ¿Sí? que pague, ¿no? que cierren "el caso" y depuren responsabilidades. ¿Es necesario más de un año para resolver el asunto? Lo dudo.
Se acusa a un deportista de dopaje y después de 12 meses, se sigue sin actuar. ¿Cómo es posible? Vale con crear la duda, para que todos aquellos que desean o se sienten molestos por las victorias de alguien, se crean con razones para atacarle, como por ejemplo en la presentación del Tour 2011, una semanas atrás Contador fue silbado por el público francés, apostaría que debido al escaso éxito de sus ciclistas en los últimos años en la mejor prueba ciclista del mundo por estapas como es el Tour de Francia, frente al enorme éxito de los españoles. ¿Cómo puede la UCI llevar un año dejando que la sombra de la duda flote sobre el corredor? ¿Hay algún interés particular? Quizá lo que no han entendido es que la propia marca, branding de la Unión Ciclista Internacional se está viendo afectada.
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