
En el ejemplo de este post, el concepto diferenciador es "sin burbujas" en oposición a otros refrescos, como la Coca-Cola. El concepto inicial era una bebida de naranja sin gas. Se decía que en cada botella había tres naranjas, de ahí Trinaranjus. Cierto que también existe otra teoría que defiende que el nombre se debe al inventor español de esta bebida el Doctor Trigo, junto con la variedad inicial, la naranja.

Desde el principio la propia idea básica del producto empezó a resultar, cuando menos, extraña. No podía haber un Trinaranjus de limón, puesto que el Trinaranjus está hecho de tres naranjas. A pesar de contar con un nombre que no ayudaba mucho, el concepto despegó. Gracias fundamentalmente a la escasa competencia de refrescos sin burbujas con los que competir.
No fu
El cambio a nuevos envases tampoco ayudó, en un litro o de litro y medio el concepto de Tres Naranjas, perdía su efectividad.

Los cambios de nombre normalmente son estrategias de riesgo, lo que antes era X ahora es Y, los consumidores se preguntan ¿porqué?. No siempre el mismo nombre sustituye con éxito al anterior, no es fácil decirle a los clientes que cambien el que tienen en su mente por otro distinto, pero que mantengan el mismo significado.

Para ello se debe hacer constante hincapié en lo que realmente les hace distinto "sin burbujas", así como eliminar de una vez por todas la palabra Trinaranjus de sus envases, del logotipo, veinte años después sigue apareciendo, en letra pequeña, sí, pero ya no aporta nada. La nuevas generaciones deben "vivir" con Trina sin que lo relaciones con Trinaranjus.
Es decir la bebida no es solo Trina más el sabor que sea, sino Trina más el sabor que sea más sin burbujas, que se vea bien, siempre relacionar la marca Trina con su concepto diferenciador sin burbujas.
La "na" de Trina puede relacionarse con natural en lugar de como antaño con naranja.
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