Hay un estudio reciente "Marcas con Valores. El poder de Consumidor-Ciudadano" en el que se concluye, entre otros aspectos. que los españoles, al rededor de un 80%, no basamos nuestra compra exclusivamente en función de un precio correcto o la calidad. Se incide en la existencia de un cambio en nuestra conducta como consumidores a la hora de comprar, de nuestra percepción y actitud ante las marcas.
Es habitual, y lógico por otra parte, que constantemente se aluda a nuestra evolución. Mucha parte de ella, en mi opinión, la tiene la propia experiencia que vamos acumulando como consumidores, pero existen otras influencias inherentes a la época en la que vivimos. Como las nuevas tecnologías que en manos de los clientes ofrece una herramienta de poder en la toma de decisiones, de mostrar una opinión respecto a una experiencia con una marca concreta, que un par de décadas atrás no podía ir más allá del pataleo en el salón de casa.

El informe aludido de "Marcas con Valores" afirma que se consolida el hecho de preferir, en nuestra decisión de compra, marcas que nos aporten determinados valores, frente al precio bajo o una determinada calidad. Se han encontrado con que al menos un 57% cree que cuando elijen un producto por precio "barato" asumen que puede no cumplir con las necesarias condiciones ambientales responsables.
Confirmar que en torno al 60% de los encuestados muestran su predisposición a consumir una marca que sea respetuosa con el medio ambiente y que están dispuestos a pagar más, o en su caso cambiar de marca por otra que muestre un comportamiento ético, me lleva a pensar que esta evolución como consumidores ofrece a las marcas un nuevo posicionamiento. Una nueva forma de diferenciarse respecto a la competencia. En definitiva encaminar el branding hacia estos valores demandados, como clara tendencia, por los consumidores.
En mi opinión, las conclusiones de este estudio confirman una vez más importancia del branding, de la creación y desarrollo de una marca. La diferenciación entre marcas, como defienden desde los principios del posicionamiento sus padres intelectuales, Al Ries y Jack Trout, no tiene que estar siempre en el producto, en su elaboración, ingredientes, precio, calidad etc. Puede estar en cuestiones que incidan en él como, por el ejemplo, el transporte o la distribución y como en este caso en su responsabilidad con el medio ambiente, una predisposición que con el paso de los años las empresas lo están tomando con más seriedad por el bien todos nosotros.
Ojalá no tarde el día en que ser responsable con el medio ambiente no sirva para diferenciar unas marcas de otras porque todas, para tener su parcela en la tarta del mercado, deberán serlo, si no, se quedarán fuera.
Podéis descargar y disfrutar de este más que interesante estudio aquí: Marcas con Valores