
En mi opinión, se trata de una buena idea, por un lado y valiente por otro. Buena idea porque, en función de como se lleve a cabo la campaña, los posibles consumidores pueden hacerse una idea de que es lo que les espera si contratan un crucero con esta compañía para disfrutar de sus inminentes vacaciones.

Al traerlo a Madrid, el esfuerzo para el cliente es mayor puesto que tiene que incluir un viaje de ida y vuelta al puerto del que parta el crucero.
Es posible que técnicamente esta campaña no cumpla con todos los requisitos para ser considerada una acción del llamado tryvertising aunque a mi modo de ver, cuenta con muchos argumentos, emocionales sobre todo, para ser considerada dentro de esta modalidad.
Muchas veces el uso de términos anglosajones parece facilitar el poner un nombre a una acción o situación concreta. En este caso, el tryvertising se refiere a la posibilidad con la cuenta en consumidor de probar el producto, con el objetivo de hacerse una idea de los beneficios que se le ofrecen.


Para que todo esto funcione hay que saber llegar bien al cliente, ante todo ser capaces de hacer de su experiencia en el Royal Caribbean Park, en el ejemplo de hoy, algo a repetir en un crucero real. La comunicación del evento en redes sociales, tanto antes como después y en diferentes medios ayudará a que en la próxima ciudad se espere por parte de los consumidores su puesta en escena.
Entiendo que sencillo no es traer una experiencia de mar a la tierra en forma de campaña promocional, pero para mí no deja de ser una excelente idea de la naviera.
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