Imagino, sólo puedo imaginarlo desde el punto de vista de cliente, de consumidor puesto que no tengo más datos. Decía, que imagino que cuando el o los responsables de Movistar (marca de la que soy cliente desde hace muchos años) decidieron incumplir su promesa, habrían sopesado pros y contras.

Sigo imaginando, y veo a un defensor del producto, de los números, tras esta decisión, en lugar de un defensor de la marca, de su desarrollo, por tanto del branding. Sin duda, antes de hacer pública su promesa rota, habrán hecho sus cálculos. Cuánto se ganará con la subida, cuántos se darán de baja por incumplimiento, cuántos continuarán como clientes porque los 5 euros estimen que no es una cantidad para perder el sueño ni dedicarle un minuto más. Cuánto...

Sí, podrán, ¿Alguien lo creerá? Dudo que si la respuesta fuese afirmativa, el número de creyentes fuera elevado.
En mi opinión, tanto en marca personal, como empresarial, una de las cuestiones que más pueden dañar esa marca es atentar a la confianza de tu entorno; clientes, empleados (la promesa rota también afecta al menos mentalmente a éstos) socios, competencia (en su beneficio), A nivel de marca personal, nuestra relación con amigos, familiares, trabajo, pareja etc puede quedar muy dañada.
Las promesas están para cumplirlas, sino, no se hacen, y si por algún motivo concreto no podemos cumplirlas, primero se pide disculpas, luego se comunica dicho motivo y por último se ofrece una nueva salida.

"Este intento de callar a la asociación ocurre después de que el juzgado de lo Mercantil número 8 de Madrid haya aceptado a trámite la demanda que Facua interpuso contra Movistar por subir en 5 euros mensuales los precios de su oferta convergente Movistar Fusión el pasado mes de mayo, después de que la empresa lanzase las tarifas en 2012 con el compromiso de mantenerlas "para siempre".

No dudo de que los responsables de Movistar creen tener razón para hacer lo que han hecho, tampoco dudo que se trata de un acción desde dentro hacia fuera, es decir desde la compañía a los consumidores. Cuando lo que las leyes del branding demandan es justo lo contrario, las comunicaciones efectivas, deber ir desde fuera hacia dentro. Desde los consumidores a la compañía.
Por tanto, desde el punto de vista de consumidor, la razón que crea tener la empresa nada importa, más aún si no se han preocupado de realizar una comunicación convincente.

No sé si se trata de un dicho, o la frase tiene dueño, pero creo que viene al caso "...no existe una segunda oportunidad para causar una primera buena impresión..." Seguramente así sea, pero al menos hagamos el esfuerzo de intentarlo.