El pasado día 15 de mayo tuvo lugar el debate entre los candidatos del Partido Popular y del Partido Socialista Obrero Español a las próximas elecciones europeas del día 25 de este mes de mayo.



A pesar de que existe una diferencia notable entre la publicidad y la propaganda, me inclino por pensar que en cuestiones de branding, de desarrollo de marca, estas diferencias no existen. Mientras la publicidad persigue un fin comercial, la venta de algún producto o servicio, en la gran mayoría de los supuestos, la propaganda persigue la búsqueda de adeptos, de seguidores a unas ideas sociales, políticas o religiosas, fundamentalmente. Sé que dentro de ambas definiciones los hay partidarios de eliminar las diferencias de las mismas. En mi opinión, en la mayoría de las ocasiones cuando un presentador de un programa de televisión se refiere a la propaganda, de lo que realmente está hablando es de publicidad.

Leyendo entre líneas, la puesta en escena de ambos candidatos busca acercar a sus posturas a los no convencidos de la competencia. Si hubieran elegido sus propios colores las diferencias hubieran sido más radicales. Nuestra mente vería rojo= PSOE. azul=PP, no dejando un resquicio para los dudosos.
Me pregunto si el romper con la identidad corporativa con el fin de atraer a algún simpatizante de la competencia es rentable. Diría que no. Quizá, si es cierto lo que aquí propongo, ambos deben estar convencidos de que su propuestas no son tan diferentes como quieren hacer ver a la ciudadanía.
En mi opinión, el electorado español cuenta con una vasta experiencia en elecciones de todo tipo. Es complicado que un simpatizante de uno de los dos partidos más importante vote al otro. En caso de querer castigar a los suyos, diría que no votaría, lo haría en blanco, o se inclinaría por UPy D o por alguno de los nuevos.
En branding, la forma como queremos ser percibidos, en definitiva nuestra marca, no distingue de marcas personales, comerciales ni políticas.
¡Hola Federico!
ResponderEliminarMe alegra verte de nuevo escribiendo en tu blog.
No vi el debate en directo y no había caído en el detalle al ver los telediarios y resúmenes que sobre el debate. Desde luego, que es interesante el análisis, porque como dices el branding de abarcar todos los puntos de contacto y se ocupa de todas las enseñas de identidad, desde el sonido (la sintonía del PP es bien conocida por todos... el PSOE creo que no tiene) hasta los colores.
Es cierto que desde el punto de vista del branding, ese cambio de colores es llamativo por "incoherente", pero no es menos cierto que parece que responda como dices, a cuestiones más psicológicas para que los percibamos como cercanos a nuestra manera de pensar (y esto aplica a cada uno de los PP que los perciben como "duros" y a cada uno de los del PSOE que perciben a estos como "blandos"). Una manera, en cierto modo, de indiferenciarse hacia el centro, un lugar que ninguno ocupa en nuestras mentes. A día de hoy siguen siendo derecha e izquierda, al menos, en cuanto a la gran etiqueta.
Quizá es el momento adecuado para que algún partido aproveche este proceso lucha de querer ocupar ese centro hoy vacante, para posicionarse con fuerza en la derecha o izquierda. Algún intento hay. Veremos qué pasa con el tiempo y la consistencia de la marca y su comportamiento.
Un abrazo.
Buenos días, Celso!
ResponderEliminarLa verdad es que ver a los candidatos así me impulsó a comentarlo. No me han dejado otra :)
Al principio de la democracia hubo intentos serios de ocupar ese centro que dices. No es fácil porque el PSOE se siente identificado y cómodo denominándose de "izquierdas". Aunque el PP quisiera, como creo que intenta, ser visto como un partido próximo al centro, ya se encargará "la izquierda", que domina este tipo de cuestiones de comunicación, de consieguir dificultar, entre los suyos y los "dudosos", los intentos de acercamiento al centro de su opositor político. Desde el branding está en su obligación de actuar así, posicionando al PP como partido de derechas, de todas las derechas.
Gracias. Celso!
Hasta la próxima. Un fuerte abrazo.